La enfermedad celíaca es un problema que causa mala absorción, lo que quiere decir que los intestinos no pueden absorber bien los nutrientes.
Es causada por una reacción inmunitaria al gluten (la proteína que se encuentra en el trigo, el centeno, la cebada y los productos de avena, que podrían estar contaminados con gluten) que ocurre en el intestino y estimula al sistema inmunitario del cuerpo para que ataque y dañe el revestimiento intestinal, impidiendo que se adsorban los nutrientes en el sistema. Como resultado, los alimentos solo pasan a través del intestino parcialmente digeridos.
El resultado puede ser dolor abdominal con calambres, heces con muy mal olor, diarrea, pérdida de peso, irritabilidad y una sensación constante de estar enfermo. Sin embargo, en muchos casos, puede que la enfermedad celiaca provoque estreñimiento o no provoque síntomas.
Tratamiento
Una vez que su pediatra sospeche de la presencia de enfermedad celíaca, ordenará algunos análisis de sangre que se pueden usar para detectar la enfermedad. Estos análisis pueden medir los niveles en sangre de anticuerpos para la transglutaminasa tisular, una enzima que suele estar en el intestino y es blanco de ataque en la enfermedad celíaca. No obstante para hacer un diagnóstico definitivo, su pediatra transferirá a su hijo a un gastroenterólogo pediátrico.
El especialista le hará una biopsia de intestino delgado, este procedimiento suele hacerse pasando un endoscopio pequeño por la boca hasta llegar al intestino delgado. Si el revestimiento del intestino delgado resulta estar dañado, su hijo deberá seguir una dieta sin gluten, su pediatra o gastroenterólogo le dará una lista completa de alimentos a evitar, pero deberá revisar atentamente las etiquetas de todos los alientos que compre ya que la harina de trigo es un ingrediente oculto en muchos artículos.
Como el arroz y los productos de arroz no contienen gluten, es probable que se convierta en una parte fundamental de la dieta de su hijo.
Por cierto, es posible que su hijo no tolere el azúcar de la leche durante varios meses después del diagnóstico inicial. En este caso, es probable que le recomienden eliminar temporalmente la leche de su dieta. También puede que se necesiten vitaminas y minerales adicionales.
Si sospecha de la presencia de dicha enfermedad en su hijo no dude en consultar con su pediatra.
Comentarios