Los ganglios linfáticos son una parte importante del sistema de defensa del cuerpo contra las infecciones y las enfermedades. Estas glándulas normalmente contienen grupos de células, llamadas linfocitos, que actúan como barreras para la infección. Los linfocitos producen sustancias llamadas anticuerpos que destruyen o inmovilizan las celular infectantes o los venenos.
Cuando los ganglios linfáticos se agrandan o inflaman, por lo general significa que aumentó la cantidad de linfocitos debido a una infección u otra enfermedad y que se los está convocando para que tomen medidas y produzca anticuerpos adicionales.
Muy rara vez, los ganglios hinchados, en particular si es algo duradero y no hay otros signos como inflamación, como enrojecimiento o dolor, podrían indicar presencia de un tumor.
Si su hijo tiene ganglios inflamados, podrá palparlos o de hecho ver la inflamación. También es posible que le duela cuando los toque. A veces, si mira cerca del ganglio,. Podría encontrar la infección o la lesión que causaron la hinchazón. Por ejemplo, una amigdalitis a menudo hace que los ganglios del cuello se inflamen, o una infección de los ganglios de las axilas. A veces la enfermedad podría ser generalizada, como las causadas por virus, en cuyo caso es probable que haya muchos ganglios levemente inflamados.
En general, como los niños padecen más infecciones virales que los adultos, es mas probable que tengan los ganglios linfáticos agrandados (En particular los del cuello), los ganglios inflamados en la base del cuello y por encima de la clavícula podrían indicar una infección o incluso un tumor en el pecho y deberán ser examinados por un médicos lo antes posible.
En la amplia mayoría de los casos, los ganglios inflamados no son al grave. Los niños pequeños casi siempre tienen unos pocos ganglios pequeños (de menos de 1 cm) en el cuello que se pueden palpar, pero eso no es nada preocupante. La inflamación de los ganglios linfáticos suele desaparecer después de la resolución de la enfermedad que la causo. Los ganglios vuelven gradualmente a la normalidad en el transcurso de algunas semanas. Deben llamar al pediatra si su hijo muestra alguno de los siguientes signos y síntomas:
Ganglios linfáticos inflamados y doloridos durante mas de 5 días
Fiebre de más de 101 °F (38.3°C)
Ganglios que parecen estar inflamados, por todo el cuerpo.
Cansancio, letargo o pérdida de apetito
Ganglios que se agrandan rápidamente o enrojecimiento o amorotamiento de la piel que está por encima de ellos
Tal como ocurre con cualquier infección, si su hijo tiene fiebre o siente dolor, puede darle acetaminofén en la dosis adecuada para su peso y edad hasta que vean al pediatra. Cuando llame al médico probablemente le haga algunas preguntas para intentar determinar la causa de la inflamación, por lo que será de ayuda si investiga un poco de antemano. Por ejemplo, si los ganglios inflamados están en la zona dela mandíbula o del cuello, revise si a su hijo le duelen los dientes o si tiene las encías inflamadas y pregúntele si le duele la boca o en la garganta. Mencione al médico todas las exposiciones que su hijo haya tenido a animales (en especial gatos) o áreas boscosas. Revise también si tiene algún arañazo reciente e animal, picaduras de garrapata o de insectos que pudieran haberse infectado.
El tratamiento de los ganglios inflamados dependerá de la causa. Si hubiera una infección bacteriana, especifica en la piel o en los tejidos cercanos, se curara con antibióticos; esto permitirá que los ganglios vuelva gradualmente a su tamaño normal. Si el ganglio mismo tuviera una infección, puede que sea necesario no solo administrara antibióticos sino también aplicar compresas tibias para localizar la infección o e drenaje quirúrgico. Si se hiciera esto, el material obtenido de la herida se someterá a cultivo para determinar la causa exacta de la infección. Al hacer eso, el médico tendrá un elemento de ayuda para elegir el antibiótico más adecuado.
Si su pediatra no logra encontrar la causa de la inflamación, o si los ganglios inflamados no mejoran después del tratamiento con antibióticos, será necesario hacer un análisis. Por ejemplo, la mononucleosis podría ser el problema si su hijo tiene fiebre y un fuerte dolor de garganta (pero no faringitis estreptocócica), está muy débil y tiene ganglios inflamados (pero no rojos, calientes ni doloridos), aunque la mononucleosis ocurre con más frecuencia en los niños mayores. Hay análisis especiales que pueden confirmar este diagnóstico.
En los casos en que la causa de un ganglio inflamado no estuviera clara, es posible que el pediatra desee además hacer un aprueba cutánea de tuberculosis. ç
Si la causa de la inflamación prolongada de los ganglios linfáticos no pudiera descubrirse de la ninguna otra manera, tal vez sea necesario realizar un biopsia (extirpar un trocito de tejido de tejido del ganglio) y examinarla bajo un microscopio. En casos excepcionales esto podría revelar la presencia de un tumor o de una infección fúngica, lo que requeriría de un tratamiento especial.
Prevención
Los únicos ganglios infamados que son prevenibles son los causados por infecciones bacterianas en los tejidos circundantes. En caso de sospecha de infección, puede evitar que los ganglios linfáticos resulten afectados limpiando adecuadamente todas las heridas y administrando tratamiento con antibióticas en forma temprana