Si su hijo tiene un ojo rojo, deberá ir a ver al pediatra tan pronto como sea posible. Las infecciones en los ojos suelen durar entre 7 y 10 días. El pediatra hará el diagnostico y recetará los medicamentos necesarios si estuviera indicado. Nunca ponga en el ojo a su hijo medicamentos abiertos previamente ni medicamentos para los ojos de otra persona. Podría causar graves daños.
En un bebé recién nacido, las infecciones de ojos graves podrían ser el resultado de una exposición a bacterias o virus durante el embarazo o durante el paso por le canal de parto; es por esto que a todos los bebés se les aplica ungüento o gotas oftálmicas con antibiótico en la sala de partos. Dichas infecciones deben tratarse prematuramente para evitar complicaciones graves. Las infecciones de los ojos que ocurren luego del periodo inmediatamente posterior al nacimiento pueden ser desagradables, debido al enrojecimiento del ojo y la secreción amarilla que suele acompañarlo, y harán que su hijo esté molesto, pero rara vez son graves.
Si su pediatra considerase que el problema fue causado por bacterias, las gotas oftálmicas antibióticas suelen ser el tratamiento habitual. Las causas virales de conjuntivitis no responden a los antibióticos, pero de todos modos las gotas oftálmicas antibióticas pondrían usarse si se sospecha de una infección bacteriana.
Las infecciones de ojos son muy contagiosas. Salvo para aplicar gotas o ungüento, debe evitar el contacto directo con los ojos de su hijo o con la secreción que sale de ellos hasta después de haberle utilizado el medicamento durante varios días y hasta que haya evidencia de alivio del enrojecimiento. Lávese muy bien las manos antes y después de tocar la zona alrededor del ojo infectado. Si su hijo va a ala guardería o al jardín de infantes, deberá quedarse en casa hasta que la conjuntivitis deje de ser contagiosa. Su pediatra le dirá cuando sea seguro volver a llevar al niño a la guardería o al jardín de infantes.
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