Aproximadamente 1 de cada 8000 bebes nace con síndrome da Down. Afortunadamente e posible detectarlo en forma prenatal, mediante una amniocentesis. El síndrome de Down es causado por la presencia de un cromosoma adicional, lo que da como resultado la apariencia característica que incluye ojos rasgados con pliegues de piel adicionales en las esquinas internas de los mismos, puente de la nariz chato, lengua relativamente grande y disminución de la tonicidad muscular y ligamentaria del cuerpo.
Casi todos los niños con síndrome de Down tienen cierto grado de discapacidad intelectual. El grado de discapacidad intelectual varía, al igual que viaria el volumen y la intangibilidad del lenguaje hablado. Los niños con síndrome de Down son en general bastante sociables, pero algunos tienen TDAH, autismo o ambas cosas. Se emplean abordajes educativos para promover la independencia en cuanto a las aptitudes de cuidado personal y las destrezas necesarias para trabajar durante su etapa adulta.
El diagnóstico prenatal permite a los médicos prever la necesidad de un tratamiento precoz de las anomalías cardíacas, el tracto gastrointestinal o sanguíneo. Una vez que aparece la sospecha en la ecografía prenatal, se podría confirmar mediante un análisis de sangre realizado a la madre. Como la mayor parte del tiempo los recién nacidos con síndrome de Down no tiene problemas médicos que requieran de un tratamiento inmediato, la mayoría puede salir del hospital después de a estadía norma del recién nacido.
Si tiene un recién nacido con síndrome de Down, su pediatra le recomendará servicios de intervención temprana le proporcionaran terapia a su bebé para que aprenda alcanzar sus hitos y la ayudaran a usted con estrategias para maximizar sus habilidades.
Hay muchos tipos de tratamiento que no están científicamente comprobados, sobre los cuales posiblemente lea. Debe habar con su pediatra sobre cualquier intervención que tenga en cuenta para asegurarse de que sea segura y eficaz.
Además de los retrasos del desarrollo, el síndrome de Down puede causar problemas físicos a medida que su hijo crezca. Será preciso observar atentamente su crecimiento, ya que un crecimiento de estatura extremadamente lento o un aumento de peso excesivo podrían indicar una falta de hormona tiroidea, un problema que afecta a muchos niños con síndrome de Down. Aun sin problemas de tiroides, es probable que sea más bajo y pese menos que el niño promedio a su edad. Cuando creen, los niños con síndrome de Down padecen además de problemas cardíacos diagnosticados al nacer que podrían requerir atención médica o una cirugía. Más de la mitad tiene problemas de visión y audición.
Otro problema que afecta a 15 de cada 100 niños con síndrome de Down es una anomalía de los ligamentos del cuello (inestabilidad del cuello) que puede causar graves lesiones en la columna si el cuello se extendiera (flexionara hacia atrás) durante el ejercicio o una anestesia. Por este motivo, consulte a su pediatra para obtener consejos sobre la necesidad de radiografías de cuello antes de permitirle participar en actividades atléticas vigorosas (en especial dar volteretas y hacer gimnasia) o antes de cirugías optativas, para que le médico anestesista sepa cómo manejar la sedación de su hijo. Si las radiografías muestran esta anomalía, deberá limitarse su actividad física a movimientos que no le causen lesiones.
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