La tuberculosis (TB) es una infección transmitida por el aire que afecta principalmente los pulmones. Mientras que la TB es menos común de lo que solía ser, algunos grupos de niños tienen un alto riesgo de padecer TB, incluyendo:
Los niños que viven en un hogar con un adulto que tiene TB activa o tienen un alto riesgo de contraer TB.
Los niños infectados con VIH u otra afección que debilita el sistema inmunitario.
Los niños nacidos en un país que tienen alta prevalencia de TB.
Los niños que están visitando países donde la TB es endémica y que tienen un contacto prolongado con gente que vive allí.
Los niños de comunidades que en general reciben cuidados médicos inadecuados.
Los niños que viven en refugios o con alguien que haya estado en la cárcel.
La TB a menudo se propaga cuando un adulto infectado expectora bacterias al aire. Estos gérmenes son inhalados por el niño, quien luego se infecta. Los niños menores de alrededor de diez años de edad con TB pulmonar rara vez infectan a otras personas, por que tienden a tener muy pocas bacterias en sus secreciones mucosas y también tienen una tos relativamente ineficaz.
Afortunadamente, la mayoría de los niños expuestos a la tuberculosis no se enferman. Cuando las bacterias llegan al pulmón, el sistema inmunitario del cuerpo las ataca y evita una posterior propagación. Estos niños han desarrollado una infección asintomática que solamente se indica por una prueba cutánea positiva.
Sin embargo, el niño sin síntomas igualmente debe ser tratado, como se indica a continuación, para evitar que la enfermedad activa ocurra alguna vez. A veces, en un pequeño grupo de niños sin tratamiento adecuado, la infección progresa a enfermedad, causando fiebre, fatiga, irritabilidad, respiración pesada y rápida, sudoración nocturna, glándulas hinchadas, pérdida de peso y crecimiento lento.
En un muy pequeño grupo de niños (mayormente aquellos menores de 4 años), la infección de TB puede propagarse a través del torrente sanguíneo, afectando virtualmente cualquier órgano del cuerpo. La enfermedad requiere un tratamiento mucho más complicado, y cuanto más temprano se comience el tratamiento, mejor el resultado. Estos niños tienen un mayor riesgo de contraer meningitis tuberculosa, una forma peligrosa de la enfermedad que afecta el cerebro y el sistema nervioso central.
Los niños que tienen riesgo de contraer TB deben hacerse una prueba cutánea de tuberculina, la prueba se realiza mediante la inyección de una parte purificada e inactiva del germen de TB en la piel del antebrazo. Si ha habido una infección, la piel de su hijo se hinchara y enrojecerá de a poco en el sitio de la inyección. Su pediatra deberá controlar la piel entre 48 y 72 horas después de la inyección, y medir el diámetro de la reacción. Esta prueba cutánea revelara una infección pasada causada por la bacteria, incluso si el niño no tuvo síntomas e incluso si su cuerpo luchó contra la enfermedad de forma exitosa.
La prueba cutánea de TB resulta positiva, se solicitará una radiografía de tórax para determinar si hay evidencia de una infección pulmonar activa o pasada y así determinar el tratamiento necesario.
Tratamiento
Si la prueba cutánea resulta positiva, pero no presenta síntomas o signos de infección de TB activa, todavía está infectado. Par evitar que la infección se vuelva activa, su pediatra le recetara un medicamento llamado isonazida (INH). Estos medicamentos se deben toar vía oral una vez al día todos los días por mínimo 9 meses. Los antibióticos durante menos tiempo son posibles.
Para una infección de TB activa, su pediatra le recetará 3 o 4 medicamentos. Deber dárselos a su hijo todos los días por 6 a 12 meses.
Prevención
Si su hijo se ha infectado de TB independientemente de que presente síntomas, es muy importante intentar identificar a la persona de quien se contagió la enfermedad.
El síntoma más común en los adultos es la tos persistente, especialmente si se asocia con toser sangre. Cualquier que tenga una prueba cutánea positiva se deberá someter a radiografía de tórax, exámen físico y tratamiento, se debe aislar a la persona y las personas cercanas a esté se someterán al tratamiento de INH.
Si no se trata la TB puede pasar latente durante muchos años, solo para aparecer en la adolescencia, embarazo o la adultez.
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